Cuidando bacterias y el agua positiva
Cuidando bacterias:
El futuro del tratamiento sostenible de aguas y el agua positiva.
El tratamiento de aguas residuales es un desafío global, pero las bacterias están revolucionando este campo con soluciones naturales, eficientes y sostenibles. Estas pequeñas aliadas no solo transforman contaminantes en agua limpia, sino que también permiten a las empresas alcanzar objetivos de agua positiva, devolviendo al medio ambiente más agua limpia de la que consumen.
En este artículo, exploraremos juntas cómo las bacterias trabajan en el tratamiento de aguas, qué condiciones necesitan para vivir, y cómo su cuidado puede contribuir a un planeta más sostenible.
¿Qué es el agua positiva?
El agua positiva es un
enfoque que busca que las empresas no solo minimicen su impacto hídrico,
sino que también generen un balance hídrico positivo. Esto significa
devolver al medio ambiente más agua limpia de la que extraen.
Muchas empresas líderes en sostenibilidad alcanzan este objetivo mediante:
Reciclaje y reutilización de agua en sus procesos.
Tratamiento avanzado con bacterias para eliminar contaminantes orgánicos e inorgánicos.
Proyectos ambientales y sociales, como la reforestación o la restauración de fuentes de agua.
Tipos de bacterias y cómo trabajan
En
el tratamiento de aguas, las bacterias eliminan contaminantes de forma
natural, lo que las convierte en una herramienta esencial para lograr
agua positiva. Según el tipo de contaminante y el proceso, se utilizan
diferentes bacterias y la industria incluso bacterias patentadas:
1. Bacterias para contaminantes orgánicos:
Ejemplos: Pseudomonas, Bacillus, Clostridium.
Función:
Degradan materia orgánica como grasas, aceites, restos de alimentos e
hidrocarburos, transformándolos en dióxido de carbono, agua y biomasa.
2. Bacterias para nitrógeno y fosfatos:
Ejemplos: Nitrosomonas y Nitrobacter.
Función: Eliminan compuestos como nitratos, nitritos y amoníaco, previniendo la eutrofización de los ecosistemas acuáticos.
3. Bacterias para metales pesados:
Ejemplos: Thiobacillus.
Función: Transforman metales pesados (como arsénico, cromo o plomo) en formas menos tóxicas o los inmovilizan en el agua.
4. Bacterias metanogénicas:
Ejemplos: Methanococcus y Methanosarcina.
Función:
Trabajan en ambientes anaeróbicos, descomponiendo materia orgánica y
produciendo biogás (metano), que puede ser usado como energía renovable.
¿Pueden las bacterias tratar agua radioactiva
1. Eliminación de metales radiactivos:
Algunas bacterias tienen la capacidad de adsorber (capturar) o precipitar metales radiactivos presentes en el agua, inmovilizándolos para evitar que se disuelvan o propaguen.
Ejemplo: Bacterias como Shewanella y Geobacter son conocidas por interactuar con compuestos radiactivos como el uranio, reduciéndolos a formas insolubles que pueden ser extraídas del agua.
2. Biomineralización:
Algunas bacterias convierten elementos radiactivos en minerales más estables y menos móviles, como el fosfato de uranio. Esto ayuda a evitar que los contaminantes se propaguen.
3. Uso en aguas contaminadas por isótopos radiactivos:
Aunque no eliminan directamente la radiactividad, las bacterias pueden degradar compuestos orgánicos tóxicos presentes en el agua radiactiva, facilitando otros procesos de limpieza.
Por ejemplo, en Fukushima, Japón, se han estudiado bacterias para tratar algunos subproductos químicos en las aguas contaminadas.
4. Simbiosis con otros métodos:
En el tratamiento de agua radioactiva, las bacterias suelen complementarse con tecnologías físicas o químicas, como la filtración con zeolitas o la precipitación química.
Condiciones ideales para cuidar bacterias
Para que estas bacterias trabajen al máximo de su capacidad, necesitan un ambiente controlado:
1. Nutrientes: Asegúrate de que tengan carbono, nitrógeno y fósforo disponibles.
2. Oxígeno:
Procesos aeróbicos: Necesitan oxígeno disuelto, que se aporta con sistemas de aireación.
Procesos anaeróbicos: Trabajan en ausencia de oxígeno, en digestores cerrados.
3. pH equilibrado: Un rango de 6.5 a 8.5 es ideal para la mayoría de las bacterias.
4. Temperatura: Funcionan mejor entre 20-40 °C, aunque hay excepciones.
5. Tiempo de retención: Es necesario darles el tiempo suficiente para completar la descomposición de los contaminantes.
¿Son seguras las bacterias para los humanos?
En general, estas bacterias no son patógenas, pero es importante manejarlas con precaución:
Protección
personal: Usa guantes y ropa adecuada para evitar irritaciones o
infecciones, especialmente si tienes heridas en la piel.
Higiene: Lava bien las manos después de manipular materiales relacionados con aguas tratadas.
Seguridad
ambiental: Estas bacterias suelen morir fuera de su entorno controlado,
lo que minimiza los riesgos de liberación accidental.
El impacto del agua positiva en el planeta
El
uso de bacterias en los sistemas de tratamiento de aguas no solo limpia
el agua, sino que también contribuye al objetivo de agua positiva. Esto
genera beneficios ambientales, sociales y económicos:
Ambiente más limpio: Ayuda a restaurar ríos, lagos y acuíferos contaminados.
Ahorro de recursos: Reduce la necesidad de extraer agua nueva.
Sostenibilidad
empresarial: Las empresas que adoptan el enfoque de agua positiva
mejoran su reputación y cumplen con normativas ambientales más
estrictas.
Cuidar bacterias no es solo un
trabajo técnico, es un compromiso con el futuro del agua y del medio
ambiente. Estas pequeñas aliadas son clave para alcanzar el agua
positiva, devolviendo más agua limpia al planeta y protegiendo este
recurso vital para las generaciones futuras.
Estoy aquí para compartir conocimiento .
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Noemí Martín Martín
Eres brillante... Bravo por nuestra científica!
ResponderEliminarGracias por animarme, a ver si encontramos un trabajo remunerado dentro de todas estas pasiones e ikigai. Atentos y atentas a lo que estoy preparando.Abrazos!
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